Algo pasó en la función de las siete que provocó un cambio en el hombrecillo apocado que estaba sentado en la cuarta fila. Pero no se dio cuenta hasta que salió del circo y volvió a su casa. Con sorpresa se transformó en lanzador de cuchillos cuando su esposa entró en la cocina. Acto seguido se contorsionó con habilidad para meterse en un diminuto dado de culpa. Luego se lanzó a volar libre en el trapecio hasta la puerta de la calle. Y por fin se reunió con su amada mujer barbuda en el lugar convenido no sin antes hacer que los leones se comieran los motivos.
Ilustración de "Puñal" |
Microrrelato seleccionado en la antología del artista Juan Ramón "Puñal", "Cuenta que te cuenta hasta 150".