martes, 7 de octubre de 2014

La veleta

Relatos brevísimos Mandarín

En la segunda colina del pueblo, según se entra a la derecha, hay una casona con  una veleta que se mueve solo cuando no hay viento. Es una bruja negra de respetable trasero y sombrero picudo. Dicen que en cada aniversario del auto de fe de 1596 arranca la escoba del pedestal y vuela hasta el cementerio de los ingleses. Allí celebra un aquelarre con otras veletas de los contornos, incluidas las que tienen forma de gato. Entonces se oyen risas y gritos durante toda la noche. Nadie puede dormir tranquilo. Es un fastidio y los vecinos han elevado sus protestas al ayuntamiento. Pero el alcalde acalla las quejas diciendo que a ninguno le molesta la música en la verbena de San Blas, que el espectáculo atrae muchos forasteros, que todo los pueblos tienen sus leyendas y que qué más dará que en el nuestro  sean verdad.



4ª Edición del Concurso de relatos brevísimos Hotel Mandarán Oriental de Barcelona.