viernes, 23 de diciembre de 2011

Mi bebida favorita

Finalista noviembre en La Microbiblioteca




He comenzado a guardar mis libros en el frigorífico, junto a la leche y los huevos, productos de primera necesidad. Siempre están bien conservados y listos para consumir, con sus cubiertas brillantes, sus páginas tiesas, sus letras más frescas que una lechuga. Me gusta leer antes de dormir porque me ayuda a deshacerme del salitre del día, así que, abro mi nevera, escojo un libro especialmente interesante, lo meto en la licuadora, añado un poco de zumo, y, listo. Siempre tengo especial cuidado de elegir poesía, novelas de amor o ciencia ficción, ya que, he notado, que los libros de terror me dan una resaca del demonio y el drama me produce fiebre de congoja. Tampoco recomiendo el teatro. Anoche leí una obra y he soñado que era una marioneta que actuaba en un escenario de cartón, manejada por una mano invisible y siniestra. Cuando he despertado, no he podido encontrar por ninguna parte a mi mujer y mis zapatos estaban llenos de tierra.


La Microbiblioteca acaba de publicar los textos finalistas del mes de noviembre en la categoría de castellano de su Concurso de Microrrelatos. "Mi bebida favorita" está junto a estos tres excelentes micros:

"El juego de la luz", de Miguel Ángel Flores.
"De regreso", de David Moreno No Comments.
"Espejuelos", de Alberto Corujo Odys.

Para leerlos pinchad AQUI.

jueves, 22 de diciembre de 2011

El rito de Pascuas

2º puesto en "Antifiestas Navideñas" de Internacional Microcuentista


La familia sigue la tradición todos los años. En la víspera, esperan a que oscurezca y se dirigen al bosque alumbrados con faroles de colores confeccionados especialmente para la ocasión. Los niños llevan guirnaldas al cuello. Eligen el árbol adecuado y el padre lo tala con vigorosos hachazos mientras la madre y los hijos recitan unas plegarias. Vuelven a casa cantando, felices, con el corazón festivo. Entre todos confeccionan una rudimentaria cruz invertida y empalan al forastero que atraparon a las afueras del pueblo. Cuando cesan los gritos, dan gracias por los dones recibidos.




miércoles, 21 de diciembre de 2011

Procreación

A partir de ilustración de Sara Lew




Dibujé un gato de corazón generoso. No sabe negar su amor a ninguna gata del barrio. Sale por las noches y reparte sus favores con equidad: hoy a la gata persa de Maruja, mañana a la de angora del señor Martínez, pasado mañana, a la gata asilvestrada del callejón. Vuelve por las mañanas, con los ojos heridos de amor y el pelaje desgreñado. Luego duerme todo el día para que se recupere su corazón de papel, agotado de pasión ilustrada. Yo lo miro con cariño maternal y le acaricio el lomo dibujado a carboncillo mientras pienso en una solución urgente a sus desmanes de trasnochador enamorado. La situación se ha vuelto insostenible: cientos de gatitos maulladores y revoltosos han llenado por completo mis cartulinas y yo no puedo negarles acuarelas, ovillos y cuidados de abuela.



Micro a partir de ilustración de Sara Lew Microrrelatos ilustrados. Sara regala ilustraciones para micros en su Blog. El de esta semana, un gato precioso a mi entender, me ha inspirado "Procreación". Espero que os guste.

¡Gracias Sara!

martes, 20 de diciembre de 2011

Evolución

Finalista Noviembre Microrrelatos sobre Abogados


Hace algunos años vi en la televisión la noticia de que un chimpancé se había licenciado en derecho con el apoyo de un profesor doctorado en zoología. El mono vestía con traje y corbata, y utilizaba un ordenador con pantalla táctil para comunicarse. Empezó trabajando en un pequeño bufete y se encargó de los casos de maltrato y explotación animal. Incluso llegó a juez. Cuál fue mi sorpresa cuando hace unos días fui a renovar el DNI a Comisaría y vi su cara peluda en un cartel de los más buscados. Me enteré de que lo habían detenido y lo habían acusado de prevaricación por aceptar sobornos de perros actores, leones de circo y gatos del hampa. Había acumulado en un almacén del puerto tres toneladas de plátanos. Ante la sentencia de 4 años de prisión y 7 de inhabilitación, solo pudo responder en su pantalla: — soy humano.


Las palabras de noviembre eran: táctil, profesor, cartel, explotación, sentencia

Micro finalista de Noviembre en el IV Concurso de Microrrelatos sobre Abogados. Allí está acompañado por microrrelatos de Montse Aguilera, Esperanza Temprano y Puck.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Mar de olivos

Cabopá, te regalo mi mar





Vivo junto a un mar de olivos. Su orilla es de tierra parda desmenuzada por pisadas y quillas de azadones. Las olas de hojarascas plateadas bañan suavemente el litoral de  pueblos blancos, a veces azules, a veces negros. Halcones planean sobre sus crestas centenarias y pescan liebres que nadan entre algas de jaramagos. En el horizonte asoman torres antiguas, como faros vigías, pobladas de fantasmas de guerreros íberos. Son los restos de batallas de piratas sin barcos, ruinas de sus luchas fronterizas por los mares prósperos de aceite y de sol. Quien se acerca a ellas, hipnotizado por su canto de leyenda, ya no vuelve, se queda prisionero en la piedra. Cuando la marejada mueve las copas de los olivos al compás de su ritmo enfurecido, la ropa tendida en las azoteas se impregna de salitre dulzón, y, cuando se cuelga en los armarios, su olor nos recuerda de dónde venimos, o puede que, a dónde vamos. Los mascarones de proa son de madera fuerte, tenaz, retorcida, y rompen las aguas de arroyos como heridas en la tierra seca. En este mar los pescadores recogen sus redes llenas de aceitunas y su sudor también es salado,  sus arrugas profundas como surcos. El aceite suaviza las quemaduras del sol, cura el alma, alimenta el cuerpo, mece nuestros sueños. Pequeñas islas emergen del agua, son campos de trigo, o de girasol, remansos donde atracar y refugiarse de la crueldad del  mar embravecido. Mi corazón también es de aceite, resbala en la duda, en la división de dos pasiones, y no sé, al final, si mi carne será comida para sirenas o abono de nudosas raíces de olivo. No sé. Quizás, sea lo mismo.




Fotos tomadas de la red

lunes, 12 de diciembre de 2011

Finalista en Pompas de Papel



Pompas de papel ha colgado de su perfil de Facebook, en el apartado Notas, los 50 textos finalistas para Votar el Primer Premio del Certamen "La cita que será célebre" que convocó el 7de noviembre.

Entre los 50 hay dos citas mías que han quedado finalistas. Si os gustan podéis votarlas con un "Me gusta" hasta el 26 de Diciembre. No llevan mi nombre sólo un número identificativo.

ID 7691 "La verdad es siempre deseada pero nunca bienvenida".
ID 7519 "El hombre quiere hacer posible la vida en el espacio y hacer imposible la vida en la tierra".

Os dejo el enlace por si queréis votar.
AQUI

sábado, 10 de diciembre de 2011

Mal de altura


El Microrrelatista ha publicado un microrrelato mío hoy en su página acompañado de una magnífica ilustración de Chagall.

Gracias Torcuato.

Os lo recomiendo, por aquello de salir del blanco.

Se llama "Mal de altura".

viernes, 9 de diciembre de 2011

El faro

Gracias Cabopá


Diciembre es para mí navegar en el mar de los naufragios.

Cabopá me ha regalado un Faro para que encuentre la luz entre las tinieblas pobladas de mentiras de espumillón y demonios de descolorido rojo.





Maremotos ya tiene Faro.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Estoy absolutamente en blanco...

Recurriendo a Twitter


Desde que desapareció Jorge, mis padres se esmeraron tanto en quererme como yo en no preguntar ¿acaso soy el guardián de mi hermano?.

Siempre me gustó la cocina. Mi especialidad es la carne. Esta noche he invitado a cenar a Marlene. Le haré una buena salsa.

Siempre fue un virtuoso de la mentira. Lo hacía tan bien que él mismo nunca sospechó que jamás la había querido.

El hombre es un simio y, como tal, imita el comportamiento de un hombre.

La vida son cuatro vinos. Saboréalos despacio.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Conociéndote

Gracias Esperanza


La Cofradía del Cuento Corto Triple C propuso escribir una biografía literaria sobre sus miembros, una especie de amigo invisible. Así quedó la cosa en mi caso.


Así me ve Esperanza Quisiera contarte

Conociendo a Mar Horno

Entre olas y mareas,  escribe un microrrelato  y ya nada vuelve a ser igual, el mar se postra a sus pies y la tierra cruje de envidia.  Neptuno celoso escupe  remolinos que engullan sus palabras pero se queda prendado en el intento y las lee una y otra vez hasta que se hunde en las profundidades abrazado a sus historias.
 Navega con un cofre lleno de sueños y con un saco cargado de premios. A los primeros los mima, los retrata y los viste de magia;  a los segundos les dedica instantes de alegría y luego los olvida en la estantería.
 ¿Será una sirena vestida de escritora?,  ¿una ninfa literaria?. No, es la espuma del mar esperando ser contada.


Y así veo yo a Leo Mercado Viento Norte

Conociendo a Leo Mercado o la poesía ungüento

Es curiosa la soledad cuando sopla el viento norte. Se solaza en sí misma y se place en tardes de poemas y huesos. Entonces las palabras fluyen en papelitos o postales mientras un ulular violento en la ventana nos recuerda que afuera arde el mundo. Que arda. La casa está cerrada a cal y canto. No importa, nosotros ya olvidamos las razones de la cólera, ya olvidamos los panfletos del fracaso y con versos de antropólogo hilvanamos a puntadas largas los desperfectos del alma. A veces es mejor no ver, para imaginar las letras despojadas del negro, convertidas en cóndores tatuados que vuelan sobre las páginas blancas de libros soñados. Letras como pájaros que planean sobre corrientes de sentimientos, desbaratando el orden establecido, colocando las montañas arriba, el cielo abajo. Respectivamente. Cambia el plano del mundo y ya no importa la nostalgia porque ya sabemos revolver en el cajón olvidado, buscar en el estante polvoriento hasta encontrar un poema para coser cuerpos.